Valores

1. Fidelidad a la Iglesia. El deseo del Instituto Pontificio CLAUNE es ayudar a la vida contemplativa, una porción de la Iglesia que realiza su labor de modo silencioso y oculto. Acogemos con confianza filial las indicaciones pontificias para la vida contemplativa y seguimos los objetivos y prioridades que la Iglesia propone.

2. Sentido de la providencia. Conscientes de que la vida contemplativa es un don del amor de Dios a la Iglesia, sabemos que nuestras acciones en favor de las comunidades contemplativas proceden también de su amor providente.

3. Comunión y sinodalidad. CLAUNE propicia la comunión de la Iglesia y reconoce la peculiaridad de cada miembro de la Iglesia. Por ello, acoge la colaboración de todos – laicos, consagrados y clérigos – sea de modo individual o asociados, con el fin de ayudar a los monasterios de vida contemplativa.

4. Gratuidad. Agradecemos a las personas contemplativas la entrega de sus vidas en favor de toda la humanidad. Sobre todo, agradecemos a Dios el don de la vida contemplativa como regalo divino a nuestras vidas personales. Por ello, nuestra colaboracion intenta ser también don gratuito par los monasterios.

5. Respeto a la identidad contemplativa. Prestamos ayuda a las comunidades, cuya necesidad tengamos constancia, pero sin mezclarnos, en forma alguna, en su régimen y vida interna.

6. Prioridad por las personas. De entre todas las necesidades que tiene una comunidad contemplativa atendemos con prioridad a las necesidades personales (salud, movilidad, habitacion…) de quienes han acogido este estilo de vida religiosa.

7. Valor de la formación. No solo atendemos las necesidades externas. Damos un lugar prioritario a todos los ambitos la formacion personal: espiritual, humano, intelectual, relacional.