Monasterio de la Encarnación de Madres Dominicas en Almagro, Ciudad Real

Monasterio de la Encarnación de Madres Dominicas en Almagro, Ciudad Real

Fundación y carisma

Fundado a mediados del S. XVI por el matrimonio formado por Don Diego de Lucena y Doña Juana Gutiérrez. En sus más de 400 años de historia las Madres Dominicas de este convento han procurado mantener viva la llama de su fundador Santo Domingo de Guzmán haciendo del lema de la Orden, Alabar, Bendecir y Predicar, todo un programa vital que se extiende más allá de sus muros e inunda toda la población.

 

Edificio

El convento se encuentra instalado en un edificio inmenso que, con las transformaciones necesarias, fue la casa familiar de “Los Lucena”. Destaca la Iglesia y el coro, magnífica obra de trazas renacentistas que, dentro de su sencillez, está dotado de gran solemnidad. A pesar de haber sufrido en 1936 la destrucción de muchas obras de arte, conserva obras de gran valor como los cuadros sobre la vida del Rey David, obra de Zacarías González Velázquez en el S. XVIII, o la Anunciación que preside el Altar Mayor de Vicente Carducho.

 

Historia de la comunidad

Muchas son las monjas que han pasado por esta casa a lo largo del tiempo constituyendo un ejemplo de santidad para los vecinos, siendo muy queridas por los almagreños que tradicionalmente les han confiado sus preocupaciones y han demandado de ellas tanto la oración como el consejo

Entre ellas destaca la Madre María de San Vicente Maldonado y Suarez de Zayas. Fallecida en 1796 pronto se extendió su fama de santa siendo venerada por toda la población. A los pocos meses de su muerte se abrió su proceso de canonización siendo declarada Venerable Sierva de Dios. De la lectura de las declaraciones de los testigos del mismo (que se conservan en el archivo del convento) conocemos a una mujer preocupada por sus semejantes que siempre socorrió a los necesitados desde la humildad de su celda. A nadie le faltó su oración e incluso su consejo y su socorro material. Su cuerpo descansa en el panteón del convento y son muchos los hechos prodigiosos que se le atribuyen desde el mismo momento de su muerte. Su vida la podemos resumir en la máxima dominicana “Hablar con Dios de los demás y a los demás hablar de Dios”, pues esa era su actitud ante la vida.

El pasado mes de marzo de 2016 se inauguró un pequeño museo en el convento donde se guardan interesantes pinturas, esculturas, obras textiles, libros, etc. que nos hablan de la historia de esta casa (ver sección noticias de esta página web)

 

La comunidad en la actualidad

La vida de la comunidad transcurre entre el estudio, la oración, el trabajo manual y la predicación. El estudio en la Orden de Santo Domingo, entendido como contemplación, es la base fundamental de toda acción catequética. Las monjas de Almagro a través de sus obras, de la charla amable en el locutorio y de la Misa compartida, queremos dar testimonio del amor infinito a Dios y de la Buena Nueva del Evangelio.

Actualmente la comunidad la forman cuatro hermanas; la falta de vocaciones del mundo actual también ha llegado hasta aquí. Pero con su fidelidad a su carisma, su entusiasmo y el carácter  apostólico dominicano, quieren que este convento siga siendo un faro de fe. En él tiene también su sede la Fraternidad Seglar Dominicana que, junto con los Frailes del Convento de la Asunción, conforman la Familia Dominicana en Almagro, siendo un ejemplo de ayuda mutua y espíritu eclesial.

Con motivo del Jubileo de los 800 años de la Fundación de la Orden de Santo Domingo vienen celebrando toda una serie de actos religiosos y culturales para dar a conocer su carisma y vocación y, sobre todo, para alabar y dar gracias a Dios por el don otorgado a su Iglesia a través de Santo Domingo. Son constantes las visitas al convento con este motivo. De este Año Jubilar (2016) esperan el fruto de las vocaciones que devuelvan a esta casa de espiritualidad la abundancia vocacional. Las dominicas de Almagro tienen las puertas abiertas para las jóvenes que quieran conocer de cerca su vida, su carisma y la entrega a los demás, que desean mantener desde su vida contemplativa

Trabajo monástico

Con ocasión de la inauguración del museo, reflejo de la historia de la comunidad, adosado al mismo, han abierto un obrador de dulces con cuya venta esperan poder ayudar al sostenimiento de la comunidad

 

Dirección:

C/ Dominicas, nº 1.- 13270 ALMAGRO (Ciudad Real). T. 926 86 02 30 y dominicasalmagro@gmail.com

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Monasterio de Santa Elena en Nájera, La Rioja

Monasterio de Santa Elena en Nájera, La Rioja

Carisma

Su forma de vida consiste en guardar el Santo Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo, viviendo en obediencia, sin  propio y en castidad (Regla 1,2).Contemplar a Nuestro Señor Jesucristo pobre y Crucificado, uniéndose a Él a través de la vida de oración, fraternidad y trabajo. 

Fundación

Inicialmente fue el Hospital de Peregrinos Santiago  para albergar y cuidar a los peregrinos que se encaminaban al Sepulcro de Santiago de Compostela. El 26 de agosto de 1561, tomaron posesión  del convento cuatro religiosas procedentes de Castil de Lences (Burgos), trayendo como Madre. Abadesa a Ana de Palencia.

Doña Aldonza Manrique de Lara, hija de los Duques de Nájera fundó el monasterio a mediados del siglo XVI, a extramuros de la ciudad, de él nada se conserva, el actual complejo consta de iglesia, claustro y otras dependencias monásticas dentro de la clausura

El convento fue construido extramuros de la Ciudad de Nájera, junto a la iglesia de Madre de Dios, construida 30 años antes, en lo que había sido, y era, el Hospital de Peregrinos Santiago.

El edificio

El Monasterio data del año 1561

 La Comunidad en la actualidad

La comunidad actual está compuesta de 12 hermanas. Siguen sintiendo la pobreza que Clara, su fundadora, deseaba para sus hijas y esfuerzan hacerla realidad en sus vidas. Gracias al refuerzo de siete jóvenes indias hacen una vida normal en la Liturgia de las Horas; de ellas, seis son de votos solemnes y una novicia. Por necesidad son variados los trabajos que realizan, ya que hace tiempo que carecen de trabajo estable.

Monasterio de las Comendadoras del Espíritu Santo en Sangüesa

Monasterio de las Comendadoras del Espíritu Santo en Sangüesa

Las Monjas de la Orden Sancti Spíritus se reconocen como Comendadoras del Espíritu Santo cuyo carisma es culto y adoración al Espíritu de Dios.

La comunidad fue fundado en el año 1884 bajo el titular de Monasterio del Sagrado Corazón de Jesús por sierva de Dios Madre Juana Urniza y sus cofundadoras: Madre Bruna, Madre Matea y Madre Concepción, con el fin de realizar y acompañar a Jesús en la agonía de Getsemaní.

Se edificó el Monasterio en lo que antiguamente era Ermita de San Nicolás.

Madres de grandes tallas espirituales han vivido en la comunidad destacando a la Reverenda Mª Juana Urniza (Fundadora) y la hermana Martina, ambas de grandes rasgos de santidad. Su fundadora dejó sus escritos como herencia para la Comunidad

Actualmente forman parte de la comunidad de Sangüesa 8 hermanas, de las cuales dos de ellas han marchado a Kenia en 2015 a fundar y ya cuentan con 5 aspirantes.

 

Monasterio de Hermanas Clarisas de Oliva en Valencia

Monasterio de Hermanas Clarisas de Oliva en Valencia

 

Pertenecen a la Orden de Santa Clara, Clarisas-Franciscanas. Su carisma es la vida fraterna desde la pobreza y minoridad.

Historia de la comunidad

El monasterio se  fundó el año 1609 en la ciudad de Oliva (Valencia). La titular del monasterio es Nuestra Señora de la Visitación.

El monasterio primitivo estuvo ubicado en una de las calles más céntricas de la ciudad. Fue destruido  en la persecución religiosa del año 1936. Una de las hermanas era sobrina de un mártir, el Beato Padre Plácido Gilabert. (Franciscano).

Terminada la guerra civil, la comunidad volvió a reunirse. Al encontrarse sin su convento, el día 11 de junio del año 1941, siguiendo las indicaciones de los Superiores, las Hermanas se trasladaron al Monasterio de Santa Clara de Canals (Valencia) y allí permanecieron durante tres años.

En el año 1943 se puso la primera piedra, del nuevo convento;  al acto acudieron desde Canals parte de la comunidad, siendo acompañadas por las Autoridades y Banda de  Música Municipal.

La comunidad en la actualidad

Siempre ha sido una Comunidad muy floreciente en número de vocaciones (más de 200 han sido hijas de Oliva).

En estos últimos años, por la “crisis” vocacional, se intentó como una posible solución en el año 1991, la fusión con las Hermanas Clarisas de  Canals. Las reacciones de descontento del pueblo de la Oliva y hasta de su alcalde, hicieron que finalmente pidiésemos ayuda al  Monasterio  de Cali  (Colombia) para aumentar nuestro número en el convento. Desde Colombia, se desplazaron dos hermanas para habitar en nuestra comunidad. Actualmente somos 9 hermanas.

 

Trabajo conventual

Durante muchos años el trabajo ha consistido en pintura  lavable sobre tela, en la actualidad, solo se dedican a algunos compromisos y necesidades comunitarias.

 

La dirección es: Monasterio Monjas Clarisas. C/. Monjas Clarisas, 6, 46780 Oliva (Valencia)

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Monasterio Hermanas Clarisas Cantalapiedra en Salamanca

Monasterio Hermanas Clarisas Cantalapiedra en Salamanca

El Monasterio del Sagrado Corazón y la Madre Fundadora

La villa salmantina de Cantalapiedra está situada a cincuenta kilómetros de la capital, en dirección a Ávila. Fue famosa en otro tiempo por el sitio al que la sometieron los Reyes Católicos, durante la Guerra de Sucesión, por pertenecer la villa castellana al bando de los defensores del derecho al trono de la Beltraneja. Su población actual es de unos mil habitantes.

El Monasterio del Sagrado Corazón es una de las escasas fundaciones de clarisas en España durante el siglo XX. Ubicado en pleno campo, es un monasterio amplio y moderno.

Fue fundado, en efecto, el 31 de mayo de 1920 por la Venerable madre María Amparo del Sagrado Corazón, natural de Cantalapiedra, donde nació el 30 de octubre de 1889.

Desde niña fue un alma privilegiada por Dios con carismas extraordinarios. Cuando contaba diez años de edad tuvo una visión en la que vio un convento fundado sobre un río de gracias, al que acudían a beber muchas almas en forma de palomas, pero no bebían del río sino directamente del Corazón de Jesús que lo sostenía. Y esto fue lo que el Señor iba a realizar pasados los años.

En efecto, ya de joven ingresó en el Monasterio del Corpus Christi de Salamanca, de hermanas clarisas, pero no olvidaba nunca aquella visión de su infancia. Apoyada por el padre Juan González Arintero, dominico, que lo veía como voluntad de Dios, se lanzó a la aventura de fundar este Monasterio en su villa natal. Contaba solo con tres hermanas más, todas ellas jóvenes sencillas de pueblo, sin estudios ni formación humana alguna: una de votos solemnes como ella, una novicia y una postulante. Y la obra que, humanamente parecía disparatada, salió adelante porque era el Señor quien la guiaba.

La madre Amparo se dedicó entonces a formar espiritualmente la naciente Comunidad, según los designios que Dios le había inspirado. Dentro de la espiritualidad franciscana nacía el Monasterio con el particular carisma de amor y reparación al Sagrado Corazón de Jesús, y con dos constantes muy fuertes, virtudes franciscanas sólidas que debían reinar en la Comunidad: la caridad y unión entre todas, y una pobreza y minoridad bien enraizada.

La primera fundación, realizada en una casa sita en la plaza de la villa, dio paso, en 1929, al nuevo monasterio emplazado en el Paseo de la Estación, edificio que fue ampliándose, con el paso de los años, al ir creciendo el número de hermanas y la necesidad de ir acomodando distintas dependencias para los trabajos remunerados de la Comunidad.

La madre Amparo fallecía en el año 1941, cuando contaba solo cincuenta y un años de edad, tras haber sido favorecida con el don de los estigmas como su padre san Francisco. Su proceso de beatificación fue incoado en Roma en el año 1977. El 2 de julio de 1994 fue firmado el decreto de virtudes heroicas por el papa san Juan Pablo II, y solo falta la aprobación de un milagro atribuido a su intercesión para su beatificación.

La comunidad actual: componentes y vivencia del carisma

En la actualidad, la comunidad está formada por cuarenta y cinco hermanas, comprendidas entre los veintiuno y los noventa y dos años de edad; cuatro de ellas se encuentran todavía en periodo de formación.

Nuestro carisma hoy sigue siendo el mismo de santa Clara: la contemplación en clausura, queriendo hacer nuestros los problemas de todos los hombres, intercediendo por ellos; pero, sobre todo, alabando a Dios por sus maravillas, por ser Dios, porque estamos convencidas que bien se merece unas vidas completamente entregadas a él en la adoración y el silencio.

A ello añadimos los fines particulares de nuestro monasterio, que son, como dijimos: amar, reparar y consolar al Sagrado Corazón de Jesús, y rogar especialmente a Dios por la santificación de los sacerdotes y las almas consagradas.

Y junto a esto, la vida fraterna, que queremos vivir en plenitud. El mundo de hoy necesita el testimonio de la fraternidad, de que es posible ser hermanos y compartir juntos lo que la vida nos presenta cada día: alegrías y penas, dolores y trabajos, gozos y fiesta. Estamos convencidas de que una vida fraterna vivida con alegría y esperanza es un gran testimonio en el mundo de hoy, que no necesita de muchas palabras, sino de vivencias auténticas.

Trabajo monástico y otros aspectos importantes

En el momento actual en que vivimos, el trabajo de nuestras manos es más que nunca el medio de proporcionarnos el sustento diario. El principal trabajo remunerado que ejercemos es la repostería.

Otros aspectos importantes de la vida de un monasterio de clarisas son la acogida, la hospitalidad y el compartir nuestra liturgia con la gente que quiera participar en ella. Cada vez son más frecuentes los sacerdotes que viene a pasar días de descanso, retiro o estudio; los grupos de jóvenes de parroquias o movimientos que, acompañados de sacerdotes o catequistas, vienen con el fin de pasar unos días de retiro o convivencia.

Igualmente, este año jubilar de la Misericordia, al contar con el privilegio de tener Puerta Santa en nuestra iglesia, son muchas las jornadas que venimos celebrando para invitar a la gente a acercarse al Corazón abierto de Jesús, de donde mana a raudales su infinita misericordia, y son, asimismo, numerosos, los grupos parroquiales que, por propia iniciativa, han organizado su jornada jubilar.

Estas ocasiones son oportunidades que el Señor nos brinda para comprobar, día a día, que el río de gracias que madre María Amparo vio manar del Corazón de Jesús como fuente inagotable a la que venían a saciarse innumerables almas de toda condición: sacerdotes, religiosos, hermanas clarisas e infinidad de seglares, sigue fluyendo y desbordándose en amor y misericordia para cuantos a él se acercan. A tanto derroche de gracia solo podemos corresponder ofreciendo a Dios nuestra humilde adoración y agradecimiento.

Fuente de todas las imágenes: Hermanas Clarisas de Cantalapiedra. De arriba a abajo podemos observar:

1-Vista del Claustro del monasterio

2-Iglesia Conventual

3- Puerta de la Iglesia con motivo del Año Jubilar de la Misericordia

4- Vista aérea del convento

5- Vista del coro

6- Vista del coro

7- Comunidad

 

 

 

 

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