Orden a la que pertenecen y su carisma
Son Monjas Dominicas, que pertenecen a la Orden de Predicadores, “que fue instituida específicamente desde el principio para la predicación y la salvación de las almas”. Dentro de la familia dominicana las Monjas participan del carisma de Santo Domingo y de la misión de la Orden desde una vida contemplativa “haciendo de nuestra existencia un continuo y acogedor encuentro con la Palabra que será predicada”. Viviendo en el corazón de la “Santa predicación” y esto se realiza especialmente a través de la intercesión, y la experiencia de esa Palabra vivida en el silencio y en la comunión fraterna.
Fundación de la comunidad
Durante la segunda mitad del siglo XIII se asentó en Segovia una comunidad de monjas dominicas que fundó el monasterio de Santo Domingo. Este monasterio se levantó extramuros, junto al inicio del tramo urbano del acueducto y en una zona llena de rastrojos, le valió desde temprano el apelativo de Santo Domingo de los Barbechos. La fundación podría situarse entre 1261 y 1284.
Dada la precariedad del monasterio y un hundimiento ocurrido a principios del siglo XVI la comunidad recibe la autorización del provincial de su orden para trasladarse a otro lugar más adecuado. Compraron a Juan Arias de la Hoz una casa dentro de la zona amurallada, situada entre las iglesias de San Quirce y la Santísima Trinidad. En el Torreón y fortaleza de Hércules. Poco después la comunidad se trasladó hasta el nuevo edificio, colocado también bajo la advocación de Santo Domingo, “al mudarse aquel convento al monasterio en que ahora viven, que fue del año de 1513, se perdieron muchas escrituras”.
Edificio
El convento de Monjas Dominicas de Santo Domingo ocupa uno de los edificios civiles más antiguos e interesantes de la ciudad, cuya función primigenia fue la de fortaleza. Su señorial Torre de Hércules data del s. XI.
La iglesia actual con entrada frente a la iglesia de la Santísima Trinidad, es de gran sobriedad, pero muy acorde con la estética del momento, ese primer barroco castellano bien representado por el arquitecto local Pedro de Brizuela. En la nave de la iglesia queda un buen retablo dorado y policromado, del siglo XVI, que tal vez fuera el mayor antes del actual barroco.
Historia breve de la comunidad
Tras estos siglos, se vislumbra tiempos de gran esplendor y crecimiento y otros de epidemia, peste, desamortización, guerra civil y crisis de fe. Pero la vida sigue…y en ella la experiencia de Dios. Generaciones de hermanas han encontrado en la oración la presencia inconfundible de Dios, han sido confortadas por el Cuerpo y Sangre de Jesucristo y el bálsamo de su Palabra, han sentido la paz de su perdón y el gozo de la convivencia, han visto su rostro en las necesidades de los pobres y en el amor de sus cercanos, han experimentado las pobrezas de su ser y las capacidades recibidas y al final en el ocaso de la vida se han acercado definitivamente al encuentro del Resucitado.
La comunidad en la actualidad
En el año 2016 en que la Orden Dominicana celebraba el Jubileo de los 800 años de su aprobación, la comunidad estaba formada por seis hermanas que queremos vivir con ardor esta experiencia de fe reflejo de lo que Santo Domingo de Guzmán vivió en la Cueva de Segovia donde suena el eco de su oración y su ofrenda y como él ser signo particular del misterio de redención, seguir de cerca a Cristo y vivir la intercesión por todos nuestros contemporáneos.
Ponemos especial empeño compartir la liturgia diaria, festiva y siempre participada; para “contemplar y dar lo contemplado”:
- Laudes: 8h
- Eucaristía: 19h y a continuación canto de Vísperas (los sábados Canto Gregoriano)
- Completas: 22h.
- Y todos los sábados un encuentro de oración Silenciosa a las 20,15h.
Trabajo monástico
Heredando las técnicas de policromía del renacimiento español realizamos la reproducción de figuras religiosas artesanales y encuadernación manual de libros.
Pueden consultar nuestra página web en www.dominicas-segovia.dominicos.org/
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